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lunes, 26 de mayo de 2025

Moribito, guardián del Espíritu Sagrado

 











Resulta interesante que el anime nos permite explorar la obra de una autora para describir sus ideas y propuestas narrativas. Para esta entrada, me gustaría rescatar la figura de la escritora japonesa Nahoko Uehashi, etnóloga de formación, académica y escritora de libros de fantasía. Una de sus series más interesantes es la de los Guardianes, misma que consta de más de 10 libros y que incluye novelas y colecciones de relatos ubicados en el mismo universo. Así, esta serie ha tenido su adaptación en varias temporadas live action cuyo estreno ocurrió la década anterior. Para el caso que nos ocupa, comentaremos la primera adaptación al anime.

   En primera instancia, si el lector busca un buen anime de fantasía que lo sumerja en un mundo rico y bien construido, lejos de los clichés habituales, entonces está en el lugar indicado. Moribito: Guardián del Espíritu Sagrado (Seirei no Moribito), se presenta como una serie de 2007 que, a pesar de sus años, sigue siendo tan relevante y cautivadora como el día de su estreno, dado que se trata de una historia de aventuras y personajes bien desarrollados.

   Moribito nos presenta a Balsa, una formidable guardaespaldas de lanza errante, una mujer fuerte e independiente que vive bajo el juramento de salvar ocho vidas en penitencia por las ocho que le fueron arrebatadas. De pronto, su camino se cruza con el del príncipe Chagum, a quien la emperatriz pide proteger. El joven príncipe es portador de un espíritu acuático milenario, y su propia familia real lo ha marcado para la muerte creyéndolo poseído por un demonio.

   Lo que sigue a continuación es una increíble odisea de supervivencia, amistad y descubrimiento. La trama se desarrolla con un ritmo pausado pero constante, permitiendo al espectador saborear cada momento y sumergirse por completo en las culturas y los paisajes que Balsa y Chagum atraviesan. No hay villanos unidimensionales aquí; las motivaciones de cada personaje son complejas y creíbles, lo que eleva la narrativa a un nivel superior.

   Uno de los puntos más fuertes de Moribito es, sin lugar a dudas, su protagonista Balsa. Lejos de ser la típica heroína femenina idealizada, resulta ser una mujer adulta, experimentada, pragmática y sumamente capaz. Sus habilidades de combate son impresionantes, pero lo que realmente la define es su estoicismo, su compasión y su inquebrantable sentido del deber. Es un personaje al que es fácil admirar y con el que se puede empatizar profundamente. Para quienes sean amantes de la fantasía épica, Balsa es un soplo de aire fresco y un modelo a seguir.

   El desarrollo de la relación entre la protagonista y Chagum es el corazón de la serie. Ver cómo este niño, mismo que creció en un ambiente real opresivo, florece bajo la protección y el cuidado de Balsa, es uno de los mayores placeres de la serie. Otro punto, también de gran interés, nos lleva a la resolución de conflictos. Mientras que el espectador puede disfrutar muchas escenas de acción y artes marciales, en otras se plantea que el diálogo puede ser poderoso para calmar los ánimos y establecer nuevas alianzas. 

   Producida por Production I. G., la calidad visual de Moribito es excepcional para la época e incluso para los estándares actuales. Los escenarios son increíblemente detallados y transmiten una sensación de inmensidad y realismo. Las secuencias de acción son fluidas y dinámicas, coreografiadas de manera magistral, resaltando la habilidad de Balsa con la lanza sin caer en extravagancias.  

   El diseño de personajes, aunque no es el más estilizado y al que muchos están acostumbrados en el anime moderno, es realista y se ajusta perfectamente al tono de la historia. Cada detalle contribuye a la inmersión en este mundo de fantasía inspirado en culturas de Asia oriental.

   Un aspecto interesante es que la dirección viene de la mano de Kenji Kamiyama, exitoso director contemporáneo que en ese entonces venía de dirigir las dos temporadas de la serie Ghost in the Shell. Su respeto por la obra original a la par del tono casi antropológico con el que se maneja la historia, el contexto cultural y los personajes permite disfrutar de una gran trama dado que los libros de la saga aún no están traducidos al español (aunque los dos primeros lo están al inglés). La riqueza y costumbres del mundo fantástico son delineadas con gran detalle, permitiendo que el espectador conecte con dicho universo.

   En definitiva, Moribito es mucho más que un simple anime de fantasía. Es una obra que explora temas como la maternidad, el sacrificio, el deber y la búsqueda de la identidad. Si aún no la han visto, les recomiendo encarecidamente que le den una oportunidad. Es una serie de anime que perdurará en la memoria del espectador mucho después de haber visto el último episodio.

 



jueves, 8 de mayo de 2025

Devil May Cry (2007)

 


Quien escribe estas líneas no ha jugado el videojuego del mismo nombre que inspira esta serie de anime. No obstante, el tono adulto, oscuro y de acción atrae poderosamente al fanático joven y no tan joven al grado que esta serie merece una pequeña oportunidad pese a estar casi olvidada. Y antes de sentarme a disfrutar de la nueva serie de animación que viene directo de la plataforma Netflix, un buen vistazo a esta obra se presenta como un pequeño aperitivo para los grandes seguidores de los videojuegos originales. Pero entremos de lleno en esta serie y discutamos si vale realmente vale la pena.

   Lo primero que viene la mente es que se trata de una serie corta y episódica que puede ser del gusto de aquellos espectadores que vibran con la acción desenfrenada y el estilo gótico de la saga de videojuegos. De seguro ellos ya estarán al tanto y disfruten ahora de la reciente adaptación. Pero, ¿Qué pasa con la serie de anime de 2007? ¿Se trata de una joya olvidada o una mera introducción antes del plato principal?

   Producida por el renombrado estudio Madhouse, conocido por su impecable animación y adaptaciones fieles, la serie de Devil May Cry (2007) nos presenta una visión episódica de la vida de Dante, un legendario cazador de demonios mitad humano, mitad demonio. A lo largo de sus doce episodios, somos testigos de sus variopintas misiones, enfrentándose a hordas de criaturas infernales mientras mantiene su peculiar sentido del humor y su inconfundible estilo despreocupado.

   Quienes han jugado los videojuegos señalan que la serie captura la esencia de éstos, desde la estética gótica y la acción estilizada hasta la personalidad sarcástica y confiada de Dante. Así, los fans de la franquicia se sentirán como en casa. De la misma forma, siendo Madhouse el estudio detrás de la serie, la animación es fluida y detallada, especialmente en las secuencias de combate. Los diseños de los demonios y los efectos visuales son notables para su época.

   Además de Dante, la serie introduce personajes originales interesantes y recupera caras conocidas como Lady y Trish, aunque con roles quizás menos protagónicos que en los juegos. Por otra parte, la ambientación es consistentemente oscura y misteriosa, creando una atmósfera que complemente perfectamente el universo de Devil May Cry.

   Pero no todos es miel sobre hojuelas. Si bien cada episodio presenta una historia auto conclusiva, la falta de un arco argumental principal y evidente puede hacer que la serie se sienta un poco dispersa y menos inmersiva para algunos espectadores. En esta línea, el desarrollo de los personajes secundarios es escaso, lo que puede ahuyentar a más de un espectador. Y quizás uno de sus puntos menos interesantes es que algunos episodios pueden sentirse más lentos en comparación con la acción frenética que caracteriza a los videojuegos.

  En lo particular, el tono de la serie recuerda e incluso intenta emular a otras series  clásicas como Trigun o Hellsing: justo en éstas historias se presentan peleadores altos, elegantes y por momentos soberbios que a punta de pistola se enfrentan contra demonios, zombies o rufianes del viejo oeste. El estilo de las animaciones y las escenas de peleas son similares, mientras que el estilo episódico reluce frente al espectador y le señala que esto ya se ha visto antes.

   ¿Es necesario ver esta serie de anime antes de disfrutar de la nueva serie de Netflix? Para nada, dado que son productos y estilos completamente distintos. La nueva serie animada tiene su propio estilo y animación, con un alto grado de escenas de acción que dejarán satisfechos a todos los espectadores. Sin embargo, ver la serie que ahora comentamos puede proporcionar una comprensión más profunda del universo de Devil My Cry en caso de que el lector no haya jugado a los videojuegos. Asimismo, proporciona detalles extra  sobre la personalidad de Dante, la dinámica entre los cazadores de demonios y las fuerzas del infierno. Es una manera excelente de sumergirse en el lore y apreciar las diferentes interpretaciones de la franquicia.

   En resumen, la serie de anime de 2007 es una adaptación entretenida y visualmente atractiva que captura la esencia de los videojuegos. Si bien su estructura episódica puede no ser para todos, los fans de la saga apreciarán la fidelidad al material original y la calidad de la animación. Como fans del anime y los juegos de video, se recomienda darle una oportunidad si se quiere expandir el conocimiento del universo de la serie antes de visualizar y disfrutar de la serie animada de 2025, o simplemente para disfrutar de un anime de acción con toques sobrenaturales.