jueves, 26 de diciembre de 2024

Mamoru Hosoda: ¿el sucesor de Hayao Miyazaki?

Mamoru Hosoda es hoy por hoy uno de los más reconocidos directores de anime a nivel mundial. Su reputación ha despegado luego de que sus películas hayan comenzado a presentarse en algunos de los festivales de cine más cotizados del mundo como el famoso Festival de Cannes. Y es que Hosoda se presenta como un director versátil y con propuesta, además de con un estilo de animación muy personal.

   De acuerdo con la investigadora Laura Montero Plata, una de nuestras máximas expertas de habla hispana en el Studio Ghibli, Hosoda por derecho propio sería el sucesor de Hayao Miyazaki. Desde finales de la década de los 70 ha recibido la inspiración de directores como el propio Miyazaki o Rintaro, e incluso ha trabajado en Toei Animation como en su momento los hicieran Hayao Miyazaki e Isao Takahata (dos de los grandes directores de Ghibli, sin olvidar la sabia y brillante mente de marketing para el estudio que ha sido Toshio Suzuki). Resulta interesante que Hosoda fue elegido en su momento como el director de El Castillo Ambulante, aunque por diferencias con la gente de Ghibli que nunca han sido completamente aclaradas, tuvo que retirarse del proyecto y seguir tocando puertas.

   El director que ahora comentamos mostró su gran talento a principios de los años 2000 con películas para las franquicias de Doraemon y One Peace. Gracias a ello, el estudio Madhouse le dio su primera película de encargo con la que su carrera como director se disparó de forma definitiva.

 

La chica que saltaba a través del tiempo (2006)


Si bien estamos ante una película de encargo, en esta cinta ya se nota el estilo de animación propio de su director. Makoto Konno es una estudiante que encuentra la forma para saltar en el tiempo hacia atrás y corregir los eventos de su día a día. Pero en lugar de usar la habilidad para mejores acciones, Makoto utiliza el viaje en el tiempo a su antojo para vivir de nuevo sus experiencias cotidianas. Pronto, se dará cuenta de que está alterando el tiempo de manera que se presentan consecuencias no esperadas que pueden afectar a otros.

   Una historia fascinante que fue un éxito en su momento en Japón y que discute el problema de las causas y efectos imposibles de vislumbrar si es que realmente existieran los viajes en el tiempo. Ciencia ficción juvenil que no dejará indiferentes a los fanáticos del anime.

 

Summer Wars (2009)



Hosoda llega ahora con su primera película autoral en la que tiene mucho más control creativo. En esta segunda historia su estilo se mantiene mientras que ofrece una trama más que actual: los riesgos de la Inteligencia Artificial y nuestra excesiva actividad en el mundo virtual. Kenji Koiso es un estudiante brillante y una especie de genio de las matemáticas y el mundo digital. Invitado al cumpleaños de un familiar por Natsuki Shinohara, su compañera de clase, de forma involuntaria, Kenji provoca un caos al dejar que una IA se salga de control y colapse todos los sistemas, poniendo en riesgo todo dispositivo conectado a Internet e incluso los sistemas de defensa en Estados Unidos. Los dos protagonistas deberán actuar rápido antes de que sea demasiado tarde.

   De nueva cuenta Hosoda entra en el terreno de la ciencia ficción, planteando los riesgos de la automatización. Uno de los aspectos a destacar es la entrada al mundo virtual y el uso de avatares, tan comunes hoy en día, pero que sobresalen en su animación CGI y transportan al espectador a ese mundo digital que recién se estaba generalizando cuando se estrenaba la cinta.

 

Wolf Children / Los niños lobo (2012)

La tercera película que comentamos es un drama familiar con elementos fantásticos. Hana es una joven universitaria que se enamora de un chico misterioso que resulta ser un hombre lobo. Conforme hagan su vida juntos, una tragedia obligará a Hana a ser madre soltera y a criar a sus dos hijos, quienes también pueden transformarse en lobo. Las dificultades de la crianza, los cuidados para que los niños no sean descubiertos, así como el camino que los niños tomarán una vez sean mayores transportan al espectador a una historia conmovedora que reflexiona sobre la familia y los cambios en la vida.

  La película garantiza diversión pero también lágrimas a todo aquel espectador o espectadora que se adentre de lleno en la historia. Un drama apto para todo público pero con el toque muy personal de su director.

 

El niño y la Bestia (2015)



El director entra de lleno es la alta fantasía al contar la historia de Ren, un huérfano de nueve años que es llevado al reino de las Bestias para recibir entrenamiento. No obstante, Kumatetsu, su nuevo maestro, tendrá toda clase de problemas para entrenar al chico mientras este se adapta al nuevo mundo. En esta ocasión, Hosoda despliega toda su magia e incluso la influencia de Miyazaki para meternos de lleno en una historia fantástica visualmente abrumadora.

   Pero la cinta no solo se queda con lo visual, sino que explora las vivencias y los sentimientos de Ren, su protagonista, en una búsqueda de identidad y de sentido en la vida. Gran desarrollo de personajes y una historia muy a la Ghibli destacan para que cualquier espectador se anime a buscarla.

 

Mirai (2018)


Mamoru Hosoda regresa al drama familiar con una historia sencilla pero conmovedora que tiene como protagonista a Kun, un niño de 4 años enojón y fanático de los trenes que lidia con sus emociones frente a la llegada de su nueva hermanita. En clave real o imaginaria (el espectador debe decidir la naturaleza del viaje), Kun hace un viaje a distintos momentos pasados y futuros para lidiar con los cambios de la vida cotidiana. Las dificultades de la paternidad, la llegada de un nuevo miembro de la familia, y la compleja amalgama de emociones que los humanos vivimos en nuestras mentes son solo parte de las temáticas que son tratadas en esta encantadora historia familiar con toques de fantasía.

   Si en algún momento alguien nuevo llega a la vida del espectador, o alguien se va, esta película es para quien se pregunte por la dificultad de lidiar con los cambios.

 

Belle (2021)


Para quien escribe estas breves líneas, esta película muestra la madurez y el estilo cinematográfico alcanzado por su director. De nueva cuenta estamos ante una historia de ciencia ficción en el que se replantea de la famosa historia de La Bella y la Bestia pero, en esta ocasión, mucho de ello ocurre en el mundo virtual. La cinta sigue a Suzu Naito, una estudiante que perdió a su madre hace un tiempo. Para lidiar con el dolor, Suzu se conecta a un nuevo mundo virtual en donde descubre que puede recuperar un talento que creía perdido.

   Con un juego narrativo atractivo en donde la cámara refuerza ciertas situaciones de los personajes, la historia delinea las dificultades de la vida cotidiana, la pérdida de un familiar, la llegada del amor, el reencuentro con uno mismo y el maltrato familiar. Como su historia más redonda y lograda hasta el momento, Belle puede ser un buen punto de partida para descubrir a Hosoda y disfrutar de su cine.

   ¿Será entonces el sucesor de Miyazaki? Comparte una inspiración con este director y sus películas comienzan a ser éxitos de taquilla y crítica, pero el famoso director de Ghibli, creo, es irrepetible mientras que Hosoda ha encontrado su propio estilo y camino como director.

sábado, 21 de diciembre de 2024

Dead Dead Demon's Dededede Destruction

 


Si le preguntaran a los fanáticos del anime (los otakus) qué géneros son los que más aparecen en la animación japonesa contemporánea sin lugar a dudas mencionarían a la fantasía. Los slice of life (las historias de la vida) también aparecerían en escena como una de las temáticas más señaladas y disfrutadas. Pero resulta curioso que la ciencia ficción no siempre aparece en el radar de los seguidores: viajes espaciales, inteligencias artificiales e incluso invasiones extraterrestres no son tan frecuentes en las series que se estrenan cada temporada. Por ello, Dead Dead Demon's Dededede Destruction (2024) se presenta como una serie no tan conocida pero que resulta una de las joyas que se estrenaron este año 2024.


   La historia se centra en las dos protagonistas, Kadode Kayama y Ouran Nakagawa, grandes amigas que viven su vida cotidiana y sus conflictos personales como cualquier persona común y corriente. Pero de pronto, un enorme platillo volador aparece en el cielo de Tokyo y a partir de ahí la vida de los ciudadanos irá cambiando gradualmente. Y es que no son muy claras las intenciones de los visitantes durante buena parte de la historia, mientras que las personas buscan que sus vidas continúen a pesar de tener en el cielo una gigantesca nave extraterrestre.


   La serie es una adaptación de la obra del mismo nombre del mangaka Linio Asano, autor muy preocupado en su obra por los conflictos y contradicciones de la sociedad japonesa. En este anime que ahora comentamos se delinean temas como la migración y la xenofobia, los intereses privados por explotar la llegada de los visitantes para su propio beneficio, así como el carácter destructivo del ser humano. Con respecto a este último punto, una vez que los visitantes llegan el ejército de Estados Unidos no se detiene para hacer contacto y en lugar de ello se la pasa disparando causando una enorme devastación en la ciudad. Asimismo, el gobierno japonés comete una masacre al ir eliminando a los extraterrestres en lugar de intentar conversar con ellos y entender por qué están en la Tierra.


   La polarización ideológica de una sociedad como la japonesa (y de cualquier sociedad de las grandes ciudades) también es uno de los puntos a tratar. Mientras que se crean escuadrones de la muerte que cazan a los visitantes, otros grupos aparentemente pacifistas buscan detener la masacre y otorgar derechos a los aliens. No obstante, algunos de los pacifistas proponen inclinar la situación a su favor con métodos que resultan nada pacíficos.


   Los extraterrestres son misteriosos pero cercanos, pero si bien cuentan con una avanzada tecnología, en realidad resultan ser bastantes ingenuos creyendo que una posible invasión alienígena sería sencilla y que los humanos terminarían siendo una especie de mascotas. Al contrario, los humanos resultan ser mucho más fuertes y peligrosos. La invasión no solo es un desastre, sino que la propia civilización humana se encuentra cada vez en mayor riesgo debido a sus actos atroces e irracionales.


   Kayama y Nakagawa se presentan como dos protagonistas que se cuidan mutuamente y harían lo que fuera por cuidarse entre sí. Sus conflictos sobre el final de la preparatoria y el posible inicio de la universidad o de la vida laboral las mantienen al borde del estrés más que la propia invasión. El despertar sexual, la pérdida de las amigas y la ambigüedad moral que presentan resulta crucial para su desarrollo como personajes. Con respecto a este último punto, sus relaciones sentimentales resultan por momentos cuestionables: Kayama se ha estado relacionando con un profesor mucho mayor que ella, mientras que Nakagawa intenta algo romántico con uno de los visitantes infiltrados. Así, la vida cotidiana de las dos chicas transcurre entre la búsqueda de una vida normal y los eventos extraordinarios que están viviendo.

  

   La historia no solo juega con el tema de las invasiones extraterrestres, sino con los universos paralelos. Pero para ello, el espectador requiere ser paciente en la conexión entre el primer episodio y el último, mismos que cuentan una historia futura que quizás mereció más episodios y desarrollo para ser mucho más convincente. No obstante, estamos frente a una de las mejores series de 2024 que si bien no está diseñada para desbordar su temporada y enloquecer a todos los fans, resulta una enorme curiosidad para disfrutar de un producto de anime diferente para aquellos otakus más adultos y consagrados.


   



jueves, 12 de diciembre de 2024

Los mejores animes de 2024

 Lo sabemos: cada lista de lo mejor del año es subjetiva y dejará satisfechos a muchos fanáticos del anime pero dejará molestos e incluso furiosos a muchos otros. Aún así, aquí va mi lista de las mejores series del año. Uno de los requisitos ha sido salirme un poco de los tops que ponen hasta lo alto de sus listas a los shonen que están diseñados para enloquecer a los fanáticos de cada temporada. Es mi top y la lista es subjetiva, así que habrá diferentes puntos de vista sobre las series que vienen a continuación. Si buscan en Internet encontrarán muchos otros tops con opciones igual de interesantes.

Y una nota especial: no hay jerarquía. Cada una de las series de anime que vienen abajo valen mucho la pena para disfrutarse, por lo que aquí no ofreceremos comparaciones para evitarnos problemas.




The Apothecary Diaries - Los diarios de la Apotecaria




El boom del anime en China comienza a crecer, por lo que en el mundo del anime en Japón comienzan a aparecer de nueva cuenta algunas series que nos transportan al mundo de la China milenaria. En este caso, Maomao es la apotecaria / boticaria que resuelve misterios para el reino chino. El tono detectivesco y a la vez novelesco nos llevan por una China idealizada en donde el uso de la herbolaria y los venenos conforman el elemento principal. Del mismo modo, el pasado de la protagonista, la relación con sus padres y la posible historia de amor nos llevan por una serie por momentos cozy que será digna de disfrutar por cualquier fan del anime.


   Sobresale el carácter introvertido de Maomao así como su obsesión por la herbolaria y la forma de utilizar las propiedades de las plantas. Del mismo modo, la protagonista se aleja de las cortesanas enamoradizas para centrarse en sus obsesiones por la botica. Serie con una animación con tonos pastel y fondos CGI que agradará al público.




 Dead Dead Demons DeDeDeDe Destruction




Una de las sorpresas del año para quienes no somos tan fans de los shonen de temporada. Una invasión alienígena poco común alborota a las sociedades humanas y en especial a las dos protagonistas, quienes buscan llevar una vida cotidiana consumista, escolar y sencilla. La serie habla de las historias de la vida, los desafíos de la amistad y de la vida citadina. Del mismo modo, la migración y la xenofobia se analizan en detalle frente a una sociedad japonesa polarizada en donde cada quien busca sacarle partido de cierta manera a la invasión.


   La serie critica no solo a los humanos y su despreocupación, sino a la excesiva confianza de los propios visitantes quienes encontrarán que los humanos son una especie sumamente peligrosa y violenta. Una joya diferente del anime que barajea muy bien dos temas centrales de la ciencia ficción: las invasiones extraterrestres y los universos paralelos.



Soso no Frieren




La serie que se convirtió en la locura del año 2023 para los fans del anime. No obstante, el estilo cozy fantasy sigue siendo sumamente encantador en ella mostrando una premisa sumamente potente: ¿Qué hacen los personajes de un relato de alta fantasía luego del final de su viaje? La nostalgia, el inicio de un nuevo viaje que busca emular al viaje original, así como las batallas pasean al espectador por una historia que reflexiona sobre la fugacidad de la vida.


   Si bien la serie es un absoluto encanto, el arco de la escuela de hechiceros desinfla un poco la historia y la lleva hacia un shonen mucho más convencional. Pese a ello, Frieren es una de las mejores series de la década.




Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba - Arco de entrenamiento de Hashira



Tercera temporada muy denostada por los fanáticos debido a la forma en que se alargó el arco del entrenamiento de Hashira. Pero la espera valió la pena: el final abre el arco del Castillo Infinito y deja al público emocionado en espera de las películas que concluirán la historia.


En lo personal, la serie se extendió pero permitió conocer un poco más al resto de personajes que veremos en la conclusión de la serie, por lo que debe ser entendida como una temporada de transición. Si bien hubiera funcionado mejor con un especial o una película, las cartas están puestas para el apoteósico final. 


Un punto a considerar es que en esta temporada pudimos ver a Tanjiro como el gran mesías que adonde va ayuda a sus compañeros. Es tan bueno y honorífico que todo está dispuesto para que le caiga bien a casi todos los personajes, aspecto que puede ser un poco cargante. No obstante, es una serie que se disfruta principalmente por su batallas, animación y melodrama.



Sandland



Ahora que Dragon Ball Daima anda haciendo de las suyas revoloteando la línea temporal oficial de Dragon Ball Z, y ahora que Akira Toriyama se nos fue de manera sorpresiva, Sandland es una serie para recordar el estilo aventurero y mordaz del famoso mangaka. La serie cuenta con dos arcos (el primero se vio resumido como película) en donde las aventuras y los guiños al universo de Dragon Ball no se detienen.


   Si bien es una shonen de peleas al uso con acción sin parangón, su final es un tanto convencional. Sin embargo, si has sido fanático de Toriyama, no debes perderte esta serie que te transportará a lo mejor de la inventiva de su autor

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Tren al fin del mundo - Shuumatsu Train Doko e Iku?




Una serie que muchos no teníamos en el radar pero que con la recomendación de Hideo Kojima fuimos corriendo a verla. Luego de que el lanzamiento de la red 7G cambiara la realidad del mundo y las leyes de la física y la lógica se volvieran algo absurdo, un grupo de amigas sale de su aldea repleta de humanos antropomórficos en busca de una amiga. Las aventuras que vivirán en ese mundo absurdo resultan curiosas e ingeniosas al grado que el espectador sigue esperando para ver que nuevas vivencias y personajes conocerá.


Si bien no es una serie que desbordó su temporada, resulta una pequeña joyita para todos los fanáticos de la ciencia ficción y la fantasía que quieran disfrutar de un viaje extraño y estrambótico.


domingo, 8 de marzo de 2015

Mushishi: Zoku-Shō

Casi diez años después de haber disfrutado de la primera serie de Mushishi, en 2014 apareció la segunda temporada cuyo contenido sigue manteniendo la calidad en las historias planteadas. Gracias a las nuevas tecnologías computacionales, la animación japonesa de hoy en día sigue siendo un espectáculo visual que fascina al espectador. La mezcla de dicha tecnología y de la animación tradicional a mano conforman los elementos principales de esta producción desintoxicada de muchos de los clichés del anime contemporáneo.



   La historia prosigue con los diversos y fascinantes casos de mushis, seres que habitan en la naturaleza y que interaccionan con los animales, plantas y humanos provocando efectos benéficos o perjudiciales. Ginko, el principal mushishi de la serie, tendrá que seguir utilizando su pericia y vastos conocimientos para ayudar a las personas que se han visto afectadas por estas criaturas.

   La mayoría de los episodios son en cierto sentido esquemáticos. Por lo regular, Ginko descubre que hay alguien que sufre de alguna extraña condición, describe (o diagnostica) lo que el sujeto padece y, a continuación, procede a tratar de ayudar de alguna manera al afectado. No obstante, la serie sería un poco aburrida si sólo se concentrara en estos detalles. Cada historia desarrolla el lado humano de las personas afectadas y nos ofrece un delicioso panorama de las consecuencias de la interacción entre mushis y humanos.

   Por otra parte, en esta temporada conoceremos algunas andanzas de otros mushishis y cómo es que Ginko no siempre tiene todas las respuestas para lo que los mushis causan en el mundo. Descubriremos algunos detalles extras del pasado del personaje principal y nos deleitaremos con muchos de los elementos del sintoísmo que han sido desplegados a lo largo de la serie.

   En definitiva, una grandiosa producción cuya banda sonora apoya fuertemente la trama. Como he mencionado en otras entregas, la serie es un ejercicio de relajación para el espectador, es como si hiciéramos yoga. Y lo mejor de todo: no hay fan service, moé o elementos sobrenaturales efectistas por doquier. La fórmula de la historia está hecha para el deleite del espectador y sigue sorprendiendo por su originalidad y la calidad de su argumento en donde los guionistas nunca traicionan el ritmo o el concepto original del manga.





lunes, 23 de febrero de 2015

Trinity Blood

Existen ocasiones donde el seinen no siempre ofrece un espectáculo fascinante y desintoxicado de los excesos y clichés del shonen. Por una parte, hay que entender que en Japón se entiende la animación de una forma distinta a la occidental, y las tramas que por lo regular se ofrecen reflejan mucho de los gustos y valores de la cultura en el que se desarrollan. No obstante, hasta donde mi experiencia en la animación japonesa me lo ha permitido, he descubierto que muchas series niponas hacen hincapié en un estilo efectista: lo que importa no siempre es la coherencia de la historia, sino impactar al espectador con ideas muchas veces no consecuentes con lo que se ha planteado.



   Para la serie que ahora nos ocupa, observo un poderoso interés en contar una historia distinta, aunque a la mera hora la trama transpira ciertos clichés que la mantienen a la par de muchas de las series que los amantes del ánime vemos a diario..

   Trinity Blood es una serie que a primera vista nos ofrece una historia fresca e intrépida en la que se replantea hasta cierto punto el tema de los vampiros. Cientos de años después del Armagedón, el mundo occidental se ha reestructurado concentrando los poderes en un Vaticano todo poderoso que se enfrenta a un imperio (pienso que es el nuevo imperio británico) en toda suerte de problemas diplomáticos. Para resolver dichos problemas, uno de los agentes de una facción de la curia romana, el padre Abel Nightroad, es el encargado de resolver toda serie de complicaciones que puedan mermar la paz y la tranquilidad de su país.

   Pero al mismo tiempo, luego del apocalipsis, un nuevo grupo de humanos ha aparecido y posee una serie de poderes que los ha hecho entrar en conflicto con los humanos ordinarios: los matusalenes. Conformando el Imperio de la nueva raza, se trata de vampiros que buscan sobrevivir y establecer su propia nación frente a los intereses católicos.

   Luego de mostrar este panorama, la historia nos habla de Rosenkreuz, un grupo vampírico secreto que busca que los vampiros dominen el mundo y quien teje sus redes de conspiración para que los dos imperios entren en un fuerte conflicto.

   La historia es interesante y, como ya se ha mencionado, busca resolver muchos de los problemas mediante el diálogo o la estrategia política. Pese a ello, hay momentos en los que no hay otra forma de solucionar los conflictos más que empleando la fuerza. Y en este sentido, el padre Abel es pieza clave para la desarticulación de la orden secreta.

   Ya que hablamos del personaje principal, es necesario comentar que el padre Abel genera una gran empatía. Se trata de un sacerdote torpe e ingenuo pero que tiene un gran sentido del deber. Su papel como pieza clave y sus poderes ocultos se convertirán en un factor a considerar a la hora de lidiar con los villanos de turno.

   Como ya se ha dicho, la resolución de los problemas no sólo involucra la fuerza. Pese que al final vemos al padre Abel lidiar con el líder de la orden conspiradora, el espectador apenas y puede vislumbrar un poco del combate. Lo que interesa en la historia es el restablecimiento de relaciones entre los dos imperios y la estrategia diplomática como principal recurso.

   Pero pese a que la serie parece ser diferente, las batallas con los poderes se encuentran a la orden del día. Como un videojuego en el que que enfrentamos una situación y aparece un ser más poderoso que en el nivel anterior, la serie plantea al inicio vampiros un tanto débiles que son eliminados por Abel sin ningún problema. Sin embargo, conforme se van mostrando los siguientes villanos, el padre siempre tiene que elevar sus poderes y estar preparado para elevarlos a cada rato debido a que cada vez aparece un villano más poderoso que el anterior.


   En resumen, una serie refrescante aunque irregular que trata de alejarse un tanto de los estándares de las series japonesas, pero que al final termina optando por retomar algunos elementos que al principio los creadores habían rechazado.


sábado, 14 de febrero de 2015

Sword Art Online

Llevaba rato sin disfrutar una de una serie enmarcada dentro del shonen. Si bien sus historias han utilizado una y otra vez las mismas tramas sólo que adornadas de diversas formas, he de confesar que Sword Art Online ha logrado conmoverme tanto por su trama como por sus personajes.



   La historia, encuadrada en la ciencia ficción, nos relata una historia centrada en un futuro cercano en el que los juegos de rol han alcanzado el mayor realismo posible. Dicho realismo se consigue gracias al uso de cascos especiales, los Nerve Gear, los cuales permiten que el jugador quede totalmente inmerso en el juego y pueda experimentar sensaciones dentro del mismo.

   Kazuto Kirigaya, conocido como Kirito en este tipo de juegos, es un jugador experimentado que ha pasado su vida inmerso en las realidades virtuales que estos juegos ofrecen. Cuando Sword Art Online sale al mercado, no lo duda y participa en la última novedad en videojuegos de rol. Sin embargo, él y otros miles jugadores se llevarán una sorpresa estremecedora: los jugadores no pueden cerrar sesión y resulta que están atrapados en el juego. Akihiko Kayaba, el creador de dicho videojuego, informa a todos que únicamente podrán salir si consiguen superar los cien niveles y derrotar a los cien jefes de cada nivel. Y lo más aterrador: si los usuarios mueren en el juego, también morirán en la realidad (ya Matrix nos la había planteado de esa manera, pero creo que esta serie que ahora abordamos justifica mejor la idea de la muerte real simultánea a la muerte virtual). A partir de aquí, se armarán diversos equipos para tratar de superar los niveles.

   Kirito se convertirá en el jugador más hábil del videojuego. Luego de perder a su equipo, llevará una vida en solitario peleando contra toda clase de criaturas virtuales y haciendo el bien sin mirar a quien. Entre cada aventura, Kirito ayudará a alguna chica linda del juego, lo  que provocará que cada una de ellas se enamore irremediablemente de él. No obstante, el reencuentro con Asuna, otra de las mejores guerreras del juego, nos transportará hacia una bonita historia de amor.

   Como he mencionado, la serie nos recuerda poderosamente a todas aquellas historias del Harem en las que el protagonista es tan irresistible que terminará conquistando a todas las chicas. Pero a estas alturas, esta idea empieza a cansar un poco: sería más creíble suponer que el personaje no siempre será recto o que no siempre todas quedarán perdidamente enamoradas de él.

   El final del primer videojuego resalta una vez más muchas de las ideas que la animación japonesa ha utilizado una y otra vez. El Deux ex machina está a la orden del día: justo cuando todo está perdido para los personajes, algo sacado de la manga y que incluso desafía las mismas reglas de la trama aparece en escena para que los buenos triunfen siempre. Y es que Kirito, el personaje más poderoso, es el individuo capaz de desafiar las leyes del sistema y es el único que le puede poner fin a todo amparado un tanto en esto.

   Hubiera preferido una serie en los que el videojuego Sword Art Online hubiese abarcado los 25 episodios. El cambio brusco de videojuego en donde Asuna adquiere un papel pasivo es un tanto desconcertante. Me atrevo a ofrecer una primera provocación: mientras que las aventuras en el primer juego conectan inmediatamente con el espectador, la historia del segundo juego creo que es fallida y no se explota correctamente. En lo personal, me hubiera gustado saber mucho más sobre las razas que habitan el mundo de las hadas, los conflictos entre más personajes y las posibles escenografías que pudieron haber sido mostradas.

   Pero pese a los problemas, la serie nos ofrece dos historias en los que de pronto encontramos dos melodramas muy bien ejecutados. El primero de ellos nos relata la luna de miel de Kirito y Asuna y el encuentro con Yui, una pequeña niña que parece haber perdido la memoria. Poco a poco, la niña tomará a los dos protagonistas principales como sus papás, y al final la despedida será más que dolorosa. Mientras tanto, la segunda historia incluye un triángulo amoroso en el que Sugu, la prima de Kirito, se enamora perdidamente de él. Lo curioso de este melodrama es que el espectador realmente no se esperaba una reacción tan fuerte de Sugu cuando ella se da cuenta que está ayudando en el mundo de las hadas a su mismísimo primo.

   Un aspecto sumamente sobresaliente de la serie es que al final los personajes descubren que han estado demasiado tiempo dentro de los juegos de rol. Y pese a las vivencias que puedan tener en el mundo real, sus vidas están más apegadas a lo virtual, por lo que hasta cierto punto sus vidas continuarán desarrollándose en estas realidades.

   En resumen, una serie con una premisa poderosa en la que se ve que el desarrollo de la trama generó algunos problemas en cuanto a cuál sería la siguiente situación en la que se situaría a los personajes. No obstante, es tan efectiva en su ejecución y en sus batallas que cumple por completo su cometido al grado de volverse adictiva.





miércoles, 4 de febrero de 2015

Tokyo Ghoul. Primera temporada

He decidido ponerme al día y chutarme algunas series de reciente manufactura. Si bien seguiré disfrutando de algunos buenos y antiguos clásicos, creo que ya no puedo darme el lujo de seguirme perdiendo lo último que va saliendo en la prolífica industria de la animación japonesa. Con esto en mente, la primera serie breve que he disfrutado enormemente ha sido Tokyo Ghoul.



   La historia nos retrata un panorama por demás interesante. En un Japón actual han ocurrido diversos y misteriosos asesinatos causados por unas criaturas conocidas como Ghouls. Kaneki, un chico de 18 años, tendrá la desagradable fortuna de encontrarse con uno de estos seres.

   En una cita a ciegas, Kaneki conoce a Ruze, una chica tímida y muy guapa. Luego de que los chicos descubren que tienen intereses en común, todo indicará que se aproxima una bonita historia de amor. No obstante, en un camino oscuro y solitario rumbo a la casa de la chica, Kaneki descubrirá con horror que ella en realidad es un ghoul que lo ha elegido como su cena.

   Pero misteriosamente, una vigas de una construcción se rompen y caen encima de Rize. Kaneki, al borde de la muerte, llega al hospital y, para salvar su vida, los doctores deciden transplantarle los órganos del ghoul fallecido. Luego de la recuperación, el chico descubrirá con horror que no puede degustar ninguna comida, y que sólo la carne humana parece ser el alimento que lo dejará satisfecho.

   Kaneki irá descubriendo que es un híbrido humano – ghoul, y que existe una sociedad de ghouls con diferentes ideas en la que tratará de embonar de alguna forma.

   La serie en sí es la enésima versión de aquella historia shonen en la que un chico nuevo adquiere alguna habilidad y poco a poco va descubriendo un nuevo mundo. Aunque a primera vista parece ser un completo inútil, a la larga el espectador descubrirá que el personaje tiene un carácter un tanto mesiánico, es decir, ha llegado para cambiar las cosas de una forma u otra.

   Un aspecto muy de la narrativa del siglo XX es la humanización del enemigo, y esta serie bien que aprovecha este aspecto. A primera vista parece que los ghouls son una especie de criaturas sanguinarias sin alma a las que hay que ir eliminando progresivamente. Sin embargo, descubrimos con agrado que estas criaturas también tienen un lado muy humano, que sufren, aman y lloran y que poseen sus propios sueños.

   Inclusive sobresalen las escenas en las que se nos dice que los ghouls en realidad son así porque así es su naturaleza: ellos realmente no tienen otra opción más que alimentarse de los humanos. Y esto precisamente nos muestra una cara interesante de alguien que parece ser el enemigo, pero que en realidad está lejos de serlo. Siendo francos, la animación japonesa está más que desintoxicada del maniqueísmo occidental, y nos propone diversas tramas en las que no hay buenos ni malos, sino simplemente grupos cuyos intereses entran en conflicto.


   En definitiva, una serie gore adictiva que mantiene a uno al borde del sillón. Ya esperaré que termine la segunda temporada para descubrir qué camino tomará la historia.