En el saturado panorama de
ciencia ficción ubicado en diferentes plataformas, resulta interesante encontrar propuestas
dentro del anime o de la animación japonesa en general que realmente valgan la
pena. Algunas de ellas resultan por demás atractivas, aunque no siempre
terminan de cuajar. Para el caso que nos ocupa, Make My Day de Netflix ha intentado trazar su propio camino pero,
por desgracia, su premisa es un tanto fría como el propio planeta en el que se
desarrolla.
Ambientada en la colonia minera de Coldfoot,
un gélido mundo plagado de recursos minerales muy valiosos, se desarrolla la
trama con sorpresivos y misteriosos horrores desconocidos que, por desgracia,
los protagonistas irán descubriendo en su viaja a aquel mundo. Así, la serie
nos presenta a un grupo de colonos y prisioneros que tendrán que lidiar con los verdaderos habitantes de ese planeta para
poder sobrevivir.
La historia nos presenta a Jim, un joven
encargado de supervisar a los prisioneros en las peligrosas misiones de
recolección. Su rutina se rompe cuando una muestras mineral extraída del
subsuelo desata una amenaza alienígena letal: unas criaturas que responden al
calor corporal y cuya apariencia evoca el terror más clásico del género. Lo que
comienza como una operación minera se transforma rápidamente en una masacre
claustrofóbica.
Desde el punto de vista visual, la serie
está hecha totalmente en CGI y se aleja de los diseños clásicos del anime,
buscando su propia propuesta. Lo que mejor se ve trasladado a la pantalla es el
diseño de los mechas que, aunque algo genérico, resulta funcional. El diseño de
los aliens, una especie de tardígrados gigantes que se convierten en monstruos
que cazan humanos de forma encarnizada, también funciona bien en este
ambiente 3D. Del mismo modo, el planeta Coldfoot es un personaje en sí mismo
bien delineado, con sus cavernas heladas y sus instalaciones industriales
oxidadas, mismas que exudan una atmósfera opresiva y desesperanzadora.
La narrativa es quizás el punto más flojo de
la serie. Los 8 episodios de corta duración mantienen un ritmo frenético, lo
cual es ideal para el género de supervivencia, pero se sacrifica el desarrollo
de los personajes. Jim, a pesar de ser el ancla emocional, carece de
complejidad necesaria para adentrarnos de lleno en sus reacciones. Asimismo,
los personajes secundarios son en gran medida arquetípicos (el soldado rudo, el
líder misterioso, la científica cínica), y están diseñados para cumplir una
función que, en la mayoría de los casos, no está del todo justificada: lo que
más se busca es verlos morir de la forma más cruel posible.
Uno de los grandes problemas del anime es la
animación en 3D de los personajes. Ésta se presenta tosca y deslavada, como de
animación en computadora de principios de los años 2000, aspecto que resta
credibilidad a los protagonistas y provoca el rechazo del televidente. Al no
poder conectar del todo con ellos, el espectador puede terminar alejándose de
esta serie.
En definitiva, Make My Day es una serie de acción y supervivencia entretenida pese
a sus descalabros. Sus combinación de ciencia ficción y terror ofrece buen
entretenimiento pese a sus problemas de guion y animación. Para quienes buscan
una historia que les recuerde a clásicos como la película de Alien o el videojuego Dead
Space, todo ello con su pizca de acción mecha, esta serie puede resultar
entretenida para pasar el rato en un breve maratón. Si bien no reinventa el
género y su desenlace puede parecer un tanto forzado, su diseño de producción y
su atmósfera de terror son los suficientemente fuertes para darle una
oportunidad.