Como siempre sucede en el
vasto universo del anime, donde cada
temporada trae consigo una oleada de nuevas historias y mundos por explorar,
pocas series logran destacar con audacia y originalidad. Experimentar puede ser
muy riesgoso, dado que el producto final puede ser una obra maestra o un
desastre. Pero para la serie que ahora comentamos, los puntos medios en dicha
experimentación puede resultar curiosos: Ishura se presenta como un shonen de
peleas pero con un gran enfoque en la fantasía oscura, las batallas épicas y
los personajes enigmáticos, por lo que quienes amen estos elementos tendrán una
serie digna de ser disfrutada.
Este anime nos sumerge en un mundo de alta
fantasía donde el Rey demonio, el enemigo de los seres que allí habitan,
ha sido derrotado, por lo que se ha dejado un vacío de poder que atrae a los
seres más extraordinarios y peligrosos. La premisa es tan simple como
enigmática: múltiples individuos con habilidades legendarias, los Shuras,
competirán por el título del Verdadero Héroe. Lo que distingue a Ishura de
otras series es su enorme enfoque coral: en lugar de seguir a un único
protagonista, la narrativa salta entre las perspectivas de estos campeones,
revelando sus motivaciones, tragedias y el alcance de sus poderes.
Uno de los puntos fuertes de la serie es
justo su construcción de decenas de personajes. Desde el espadachín de un solo
ojo que puede matar instantáneamente hasta la guerrera alada con una sed
insaciable de batalla, cada shura es un universo en sí mismo. Sus diseños son
muy impactantes y sus personalidades, aunque a menudo retorcidas, son
innegablemente cautivadoras. Para el espectador que le dé una oportunidad, será
difícil escoger un personaje favorito dados sus complejos arcos de desarrollo y
son ambigüedad moral.
Aunque no todo es miel sobre hojuelas. Si
bien la construcción del universo de la serie es lo más logrado al mostrar toda clase de guerreros y criaturas, la presentación de personajes puede ser
excesiva y saturar a los espectadores. La gran batalla épica, una batalla
estilo battle royale muy esperada, misma que se viene prometiendo desde los
primeros episodios, se retrasa en demasía. Así, la serie, aún incompleta y sin
señales del estreno de su tercera temporada, no para de presentar personajes
mientras que su confrontación más esperada sigue sin aparecer.
Por otra parte, visualmente, Ishura es un
deleite. La animación es fluida, especialmente en las secuencias de combate,
mismas que son intensas, brutales y
viscerales, dignas del género de fantasía oscura y el gore. Los diseños de los
monstruos y el entorno, aunque sombríos, están llenos de detalles que
enriquecen la inmersión en este mundo desolado. Asimismo, la banda sonora
complementa a la perfección la atmósfera, con piezas épicas que elevan los
momentos de acción y melodías sombrías que profundizan en el misterio.
Si bien la multiplicidad de personajes puede
parecer abrumadora al principio, este es precisamente su experimento y su
riesgo. Del mismo modo, cada episodio teje una red compleja de alianzas y
rivalidades, manteniendo un ritmo ágil que mantiene la atención del espectador.
Así, es una serie que desafía la atención e invita a conectar puntos y especular sobre el verdadero propósito de cada personaje.
En resumen, si bien Ishura está aún
incompleta y puede ser excesiva en su presentación de personajes, no es solo
una serie de acción más: busca ser una exploración profunda de la naturaleza
del heroísmo, la ambición y la supervivencia en un mundo sin reglas. Para
quienes buscan una experiencia anime que los mantenga al borde del asiento, se
trata de una serie con una narrativa atrevida y una estética visual
impresionante. Es uno de esos animes que buscan perdurar en la memoria del
espectador.