A principios del 2012 pudimos disfrutar de una de las
mejores series de terror que ha dado la animación japonesa. Another, producción
animada que a primera vista parecería ser lo mismo de siempre, resulta ser una
detallada cátedra sobre cómo contar una historia de terror sin recurrir a los
clichés habituales del cine estadounidense.
Una clase en una
escuela cualquiera en la que de pronto comienzan a ocurrir extrañas muertes es
el hilo conductor de esta historia.
Hay que señalar que el acostumbrado fan service
prácticamente se ha eliminado. De la misma forma, la serie se olvida de un
humor alocado que caracteriza a estas producciones. Así, la historia es un
rompecabezas que nos mantiene anclados a la silla en la que poco a poco empiezan
a colocarse las piezas.
Debo admitirlo:
me encanta la ambigüedad con la que se maneja el fenómeno sobrenatural que está
matando a los estudiantes en la escuela. En sí, nadie sabe exactamente qué es lo que
sucede: unos dicen que son fantasmas, otros comentan que se trata de algún
desequilibrio en la naturaleza o en el tiempo.
¿Se acuerdan de
las muertes? Cada una de ellas es atractiva, original y más sanguinaria que la
anterior. A mí me perturbó en especial aquella en la que un rayo mata
instantáneamente a un alumno de una generación anterior.
Pero las
imágenes y la atmósfera cumplen su cometido. La casa de la chica del parche es
por momentos extraña, estremecedora, y los maniquíes aportan mucho misterio y
temor al espectador.
Me gusta también
el final. Tantos alumnos tensos, esperando para ver quién será el siguiente; todos en una misma casa. El asunto es una bomba que explota (y que se veía que
iba a explotar): todos terminan asesinándose. Esto me recuerda aquella novela
de El señor de las moscas, de William Golding, en la que los niños pueden
perder todo sentido civilizado y caer en la peor barbarie.
Y me encanta el final del final: el fenómeno se ha resuelto para los alumnos de la generación presente, pero seguirá presentándose una y otra vez y afectará a las futuras generaciones, como si el tiempo siguiera la idea del eterno retorno de Nietzche.
En resumen, mi
serie favorita del 2012 y una obra maestra que está a la altura de las mejores
obras de terror. Yo incluso me atrevo a decir que es tan buena como American
Horror Story.
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