Seguimos de vacaciones y dándonos escapadas ocasionales
para disfrutar de todas las películas de Studio Ghibli. Y en esta ocasión toca
el turno a Puedo escuchar el mar, una cinta que aunque no contó con la
participación de Isao Takahata y Hayao Miyazaki, sí cuenta con la participación
de creadores jóvenes que unieron todo su talento para contarnos una historia
cotidiana pero llena de vida.
Concebida para
transmitirse en televisión, la cinta nos cuenta la historia de Rikako Muto, una
chica con toda clase de virtudes pero que a la vez tiene dificultades para
adaptarse. A su vez, Taku Morisaki es un chico que se fija casi al instante en
Rikako y tratará de ayudarla en sus problemas cotidianos.
Sin embargo,
Rikako también es conflictiva y mete en problemas a su pretendiente secreto. Y
en esta línea, la estrategia de Taku para que la pareja se libre de los
conflictos tendrá un peso importante en la historia.
La historia en sí es una telenovela muy
relajada de apenas una hora y unos cuantos minutos. La historia de amor con
final distinto está a la orden del día y las vivencias de los jóvenes
universitarios formarán parte del resto de la trama.
En resumen, una
historia muy sencilla y entretenida que tiene un público muy específico: los
adolescentes que están a punto de pasar a la etapa adulta.
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