Isao Takahata, cofundador de Studio
Ghibli junto a Hayao Miyazaki, es un nombre que a menudo se eclipsa por la
popularidad de su compañero. Sin embargo, su legado en la animación japonesa es
innegable. Con una sensibilidad única para contar historias conmovedoras y
realistas, Takahata ha dejado una huella imborrable en el mundo del anime. En
esta entrada exploraremos su carrera, tanto antes como después de Studio
Ghibli, y analizaremos por qué su figura ha sido a menudo invisibilizada.
Antes de Ghibli: Los inicios de un maestro
Hablar del Studio Ghibli siempre
implica hablar de Hayao Miyazaki. Pero siempre se nos olvida que hubo otras dos
mentes maestras detrás del estudio: Toshio Suzuki, quien fuera presidente de
Ghibli e Isao Takahata, el otro gran director del estudio. Los tres empezaron
en la década de los 60 en lo que hoy conocemos como Toei Animation como
animadores y trabajadores de la recién estrenada industria de la animación
japonesa. En especial, Miyazaki y Takahata siempre fueron buenos colaboradores
y amigos, participando en toda clase de proyectos.
Hay que señalar que Takahata inició
como director antes que Miyazaki, aunque este último siempre participó como
animador en sus películas y series. La primera colaboración importante de ambos
fue Las aventuras de Horus, Príncipe del sol, donde Takahata dirige y Miyazaki
se convierte en un animador principal. Con el tiempo vendrían otros proyectos
de como Las aventuras de Panda y sus Amigos, o la muy recordada
Heidi, en donde justo Takahata sigue como director mientras que Miyazaki se convierte
en uno de los animadores principales. Pero hartos del enfoque comercial de los
estudios, los amigos se lanzaron a fundar su propio estudio.
La era de Ghibli: Colaboración y contraste
La asociación de Takahata con Miyazaki
en Studio Ghibli dio lugar a algunas de las películas de animación más
aclamadas de todos los tiempos. Títulos como La tumba de las luciérnagas,
Recuerdos del ayer y Pompoko muestran la sensibilidad de Takahata para abordar
temas complejos y emocionales, a menudo en contraste con el enfoque más
aventurero de Miyazaki.
A pesar de su talento y su importante contribución al mundo del anime, Takahata ha sido a menudo eclipsado por la figura de Miyazaki. Esto se debe en parte a la personalidad carismática de de este último y a la popularidad de sus películas. Sin embargo, es importante reconocer a ambos directores y valorar las diferentes visiones que aportaron a Studio Ghibli.
Hay que señalar que el estilo de Takahata siempre fue más experimental y mucho menos comercial que el de Miyazaki, al mismo tiempo que el director que ahora comentamos se enfocaba más en el realismo a diferencia de las tramas fantásticas de su gran amigo. Incluso los personajes femeninos de Takahata eran mucho más elaborados que los de Miyazaki, ofreciendo interesantes reflexiones sobre las dificultades que deben enfrentar en sus sociedades.
Así pues, para conocer y revalidar a una gran figura como Isao Takahata,
aquí recomendamos algunas de sus mejores películas en el Studio Ghibli.
La tumba de las luciérnagas
Un conmovedor relato sobre la
supervivencia de dos hermanos huérfanos durante los bombardeos de Japón en la
Segunda Guerra Mundial. A través de sus ojos inocentes, presenciamos las duras
realidades de la guerra y el valor de la familia. Una obra maestra del anime
que nos dejará con el corazón roto. La película explora temas profundos como la
pérdida, el hambre y la inocencia perdida, todo ello envuelto en una animación
exquisita. Es una experiencia visual y emocionalmente intensa.
Hay que señalar que
no conozco a nadie que haya visto la película sin al menos derramar una
lágrima. Su mensaje pacifista junto con su trágica y dura historia la lleva a
convertirse en un clásico de la animación mundial de la década de los 80.
Recuerdos del ayer / Only Yesterday
Una mujer de 27 años "viaja" al pasado
para revivir sus recuerdos de la infancia y adolescencia. A través de sus
vivencias, reflexiona sobre la vida, el amor y los cambios que experimentamos
con el paso del tiempo. Una película introspectiva y nostálgica que nos hará
reflexionar sobre nuestros propios recuerdos. La animación es sencilla pero
efectiva, y la banda sonora es simplemente perfecta.
Uno de los aspectos
más interesantes de la cinta es la nostalgia. La mujer no para de recordar su
etapa en la educación primaria y todas sus vivencias como forma de lidiar con
su presente. Confundida con su vida, abandona la ciudad para ir al campo para
replantearse sus circunstancias. El mensaje de la historia plasmado en su final
metafórico es claro: el pasado es muy bello, pero hay que dejarlo ir.
Pompoko
Se trata de una película
animada que combina humor y ecologismo de una manera única. Dirigida por Isao
Takahata, este film nos sumerge en el mundo de los tanukis, unos mapaches
japoneses con la capacidad de transformarse en diferentes objetos. La trama se
centra en la lucha de estas adorables criaturas por proteger su bosque
ancestral de la expansión urbana.
Takahata utiliza la animación tradicional
para crear un mundo lleno de vida y encanto, donde los tanukis se transforman
en todo tipo de cosas, desde árboles gigantes hasta vehículos. La película es
una alegoría sobre la relación entre el hombre y la naturaleza, y cómo el
progreso a menudo conlleva la destrucción de los ecosistemas. Con un humor
irreverente y un mensaje profundo, Pompoko es una película que tanto niños como
adultos pueden disfrutar. La película nos invita a reflexionar sobre nuestro
impacto en el medio ambiente y la importancia de preservar los espacios naturales.
Un último aspecto a resaltar es que la cinta
tiene mucha participación de Hayao Miyazaki, especialmente en el tema
ecologista. Del mismo modo, su riqueza con la mitología y el folclore japoneses
la hacen una película muy especial. Incluso deberíamos hablar casi de una
codirección entre ambos cineastas.
Mis vecinos los Yamada
Una cálida y realista película que
retrata la vida cotidiana de una familia japonesa de clase media durante los
90. A través de pequeñas anécdotas y momentos cotidianos, exploramos los
vínculos familiares y los desafíos de la vida moderna. Una película que nos
hará sonreír y emocionarnos. La animación es sencilla pero encantadora, y los
personajes son tan reales que te sentirás como si los conocieras de toda la
vida.
Plasmada en pantalla
como si fuera un manga (o incluso un cómic muy al estilo de Mafalda), la
historia nos ofrece pequeños segmentos de la familia Yamada en donde se explora
la vida cotidiana japonesa a la par de su historia y folclore. Fue casi un desastre
financiero para el estudio, lo que llevó a Takahata a retirarse de la dirección
durante muchos años.
El cuento de la princesa Kaguya
Basada en un cuento popular japonés,
esta película narra la historia de una princesa que nace de un brote de bambú.
A medida que crece, debe enfrentar los desafíos de la vida en la corte y la
pérdida de su inocencia. Una obra de arte visual que combina la animación
tradicional japonesa con técnicas modernas. La historia es a la vez mágica y
realista, explorando temas como la belleza, la mortalidad y la búsqueda de la
felicidad.
Se trata de la última
película de su director, una cinta preciosista en la cúspide creativa de
Takahata. La situación de la mujer en el Japón antiguo, las delirantes y
endurecidas costumbres de los japoneses, así como el tono más mitológico y
fantástico de la cinta nos llevan a la despedida de uno de los grandes maestros
de la animación japonesa.
La Tortuga Roja
Ofrecemos de pilón una cinta animada de
origen franco-belga en la que Takahata también participó. Se trata de una
experiencia cinematográfica única que nos sumerge en un mundo de introspección
y belleza visual. Dirigida por Michaël Dudok de Wit, con la participación de
Isao Takahata como director de animación, esta película sin diálogos nos cuenta
la historia de un náufrago que lucha por sobrevivir en una isla desierta.
La animación tradicional, con su delicadeza y atención al detalle, crea
un mundo onírico y lleno de simbolismo. La presencia de una misteriosa tortuga
roja, que se convierte en el eje central de la trama, añade un elemento mágico
y enigmático a la historia. A través de imágenes poderosas y una banda sonora
hipnótica, La Tortuga Roja explora temas universales como la soledad, la
supervivencia, la naturaleza y la búsqueda de un propósito. Es una película que
invita a la reflexión y a conectar con nuestras emociones más profundas. La
influencia de Takahata en la animación es evidente en cada fotograma, aportando
una sensibilidad y una profundidad que hacen de esta película una obra maestra
del cine de animación.
Isao Takahata, que
falleció en 2018, fue un gran maestro de la animación japonesa cuya obra merece
ser reconocida y celebrada. Su capacidad para contar historias conmovedoras y
realistas, combinada con su ojo para el detalle, lo convierten en uno de los
directores de anime más importantes de todos los tiempos. Al explorar su
carrera, tanto antes como después de Studio Ghibli, podemos apreciar la
diversidad de su talento y su impacto duradero en el mundo del anime.