Hay ocasiones en las que uno se lleva grandes sorpresas
cuando compra una serie de animación japonesa. A veces creemos que si hay
robots gigantes, entonces estaremos chutándonos la enésima versión de la
batalla clásica (y algo desgastada) entre estos cachibaches.
Pero para mi
sorpresa, Bokurano aparece como una serie refrescante, amena, curiosa, humana,
y sobre todo, cautivante y aterradora.
Nos encontramos
en una especie de guerra entre las Tierras de miles de universos paralelos.
Cada Tierra debe pelear y ganar doce batallas para que sus habitantes puedan
sobrevivir, de lo contrario, su mundo y universo se evaporará. Es
algo así como una selección natural obligada entre Tierras de distintos
universos.
Luego de que un
grupo de niños que andan en unas vacaciones de verano conocen a un extraño personaje
que los invita a participar en un juego, ellos descubrirán que se han
convertido en los futuros controladores de un robot gigante (un armatoste de
casi medio kilómetro de altura). Poco a poco, tendrán que aprender a utilizar
el mecanismo de control para comenzar a participar en las batallas.
La serie no sólo
es un reflejo de la vida de diversos personajes. A través de sus amigos, de sus
personalidades y de sus traumas, conoceremos sus vidas personales antes de que
les llegue el turno para manejar el robot, pelear contra otros robots y así
sobrevivir un día más.
Hay personajes
entrañables. En lo personal me perturba aquel chico cuyo padre es un empresario
sin escrúpulos que busca lucrar a como dé lugar con las consecuencias de las
batallas.
Otro personaje
que llama la atención es una de las niñas, quien mantiene relaciones sexuales
con uno de sus profesores. Su historia nos lleva a una de las injusticias de la
vida, ya que el maestro que supuestamente la quería en realidad es una especie
de depravado que se dedica a espiar y abusar de sus alumnas.
Hay muchos aspectos
que perturban al espectador. El hecho de que por más esfuerzos que se hagan, no
es posible liberarse de la obligación de pelear las batallas. También llama la
atención la crítica que se hace a la avaricia de las grandes compañías: pese a
que el riesgo de que termine el mundo es inminente si los niños pierden una batalla, los empresarios buscan conocer la naturaleza del robot para así lucrar
con ello.
En resumen, una
poderosa serie que se desvía de las temáticas tradicionales y nos ofrece una
trama que bien cautivará al espectador por la idea de la lucha entre los
universos paralelos o simplemente por las historias de los
personajes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario