miércoles, 18 de junio de 2014

No. 6

Finalmente terminamos en la UNAM un semestre acalorado y lleno de adrenalina. Ya que las vacaciones se acercan y hay una cantidad menor de trabajo que llevar a cabo, es hora de disfrutar de la buena y fascinante animación japonesa. En esta ocasión tocó el turno a No. 6, serie curiosa y muy breve del ya gustado estudio BONES (Eureka Seven, Fullmetal Alchemist).



   La historia nos transporta a un mundo post-apocalíptico en el que sólo seis grandes ciudades se han alzado. Dichas urbes son prácticamente perfectas: hay toda clase de sistemas automatizados y cada quien tiene un trabajo digno. Sin embargo, lo que parece ser una gran utopía es en realidad una especie de escenario orwelliano en el que aquel que desafíe al sistema será castigado sin la menor piedad.

   Shion es un niño genio que un día oculta en su cuarto a Nezumi, un joven fugitivo. Debido a que Shion encubrió a un criminal, ya no podrá tener las ventajas que tenía como niño genio y estudioso. En unos años, el chico apenas y será empleado de un parque.

   En una de esas, Shion descubrirá que hay una especie de epidemia en la ciudad: hay personas infectadas con larvas de avispas, y una vez que este insecto sale del huésped, este último muere de inmediato.

   Shion quiere saber qué pasa, más debido a que ha expresado algunas dudas sobre el gobierno y el estilo de vida de No. 6 (como se conoce la ciudad), será arrestado y condenado a muerte. No obstante, gracias a una rápida intervención de Nezumi, el chico podrá escapar de la ciudad y conocer el mundo real.

   Shion descubrirá que fuera de la ciudad hay grandes pueblos con habitantes que buscan vivir al día. En colaboración con Nezumi, poco a poco irá descubriendo los secretos de No. 6 que al final lo llevarán a tratar de destruir aquella falsa utopía.

   La serie es heredera de innumerables historias en la literatura y el cine: una gran ciudad utópica, alguien que descubre la falsedad de esa ciudad y que se rebela para combatir ese sueño citadino.

   Como es común en muchas series de animación japonesa, la trama resulta ser una especie de rompecabezas que invitará al espectador a estar atento al desenlace. Por otra parte, el personaje principal, como muchos otros en estas series, es extremadamente nervioso y será quien sorpresivamente irá descubriendo la verdad. Sin embargo, el mismo personaje será quien tenga la fuerza al final para cambiar las cosas.

   Un aspecto interesante es la relación tan conflictiva entre Shion y Nezumi. Pese a que el segundo tiene un carácter mucho más fuerte, al final se destapará una historia de amor entre ambos que concluirá con un final ambiguo aunque tierno.


   En resumen, una serie muy breve y que funciona bien. Por mi parte hubiera gustado que los personajes hubiesen muerto como ocurre al final y no hubiesen sido revividos.  



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