sábado, 5 de abril de 2014

Another

A principios del 2012 pudimos disfrutar de una de las mejores series de terror que ha dado la animación japonesa. Another, producción animada que a primera vista parecería ser lo mismo de siempre, resulta ser una detallada cátedra sobre cómo contar una historia de terror sin recurrir a los clichés habituales del cine estadounidense.



   Una clase en una escuela cualquiera en la que de pronto comienzan a ocurrir extrañas muertes es el hilo conductor de esta historia.

   Hay que señalar que el acostumbrado fan service prácticamente se ha eliminado. De la misma forma, la serie se olvida de un humor alocado que caracteriza a estas producciones. Así, la historia es un rompecabezas que nos mantiene anclados a la silla en la que poco a poco empiezan a colocarse las piezas.

   Debo admitirlo: me encanta la ambigüedad con la que se maneja el fenómeno sobrenatural que está matando a los estudiantes en la escuela. En sí, nadie sabe exactamente qué es lo que sucede: unos dicen que son fantasmas, otros comentan que se trata de algún desequilibrio en la naturaleza o en el tiempo.

   ¿Se acuerdan de las muertes? Cada una de ellas es atractiva, original y más sanguinaria que la anterior. A mí me perturbó en especial aquella en la que un rayo mata instantáneamente a un alumno de una generación anterior.

   Pero las imágenes y la atmósfera cumplen su cometido. La casa de la chica del parche es por momentos extraña, estremecedora, y los maniquíes aportan mucho misterio y temor al espectador.

   Me gusta también el final. Tantos alumnos tensos, esperando para ver quién será el siguiente; todos en una misma casa. El asunto es una bomba que explota (y que se veía que iba a explotar): todos terminan asesinándose. Esto me recuerda aquella novela de El señor de las moscas, de William Golding, en la que los niños pueden perder todo sentido civilizado y caer en la peor barbarie.

   Y me encanta el final del final: el fenómeno se ha resuelto para los alumnos de la generación presente, pero seguirá presentándose una y otra vez y afectará a las futuras generaciones, como si el tiempo siguiera la idea del eterno retorno de Nietzche.


   En resumen, mi serie favorita del 2012 y una obra maestra que está a la altura de las mejores obras de terror. Yo incluso me atrevo a decir que es tan buena como American Horror Story.



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